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  1. LA AUTOESCUELA

 

Busca una autoescuela adecuada que te aporte garantías de calidad. Aunque parezca una obviedad, es vital elegir bien la autoescuela en la que recibirás las clases, tanto teóricas como prácticas. La autoescuela debe tener ciertos estándares de calidad en sus instalaciones, con profesores/as formados/as y titulados/as y el material didáctico actualizado, En Autoescuela Carbayón tienes a tu disposición una sala con quince puestos informáticos y aula con medios audiovisuales para facilitarte la comprensión del temario.

 

  1. CLASES TEÓRICAS

 

Exígete a ti mismo/a recibir el suficiente número de clases teóricas. Olvídate de esa leyenda urbana que dice que los test son suficientes para presentarte al examen, sin necesidad de estudiar el temario.  Debes exigir que se te den clases teóricas, que te cuenten el porqué de las cosas, que entiendas bien los conceptos. Hay que tener muy claro lo que nos explican, porque de eso va a depender la seguridad de muchas personas. En autoescuela Carbayón dispondrás de un profesor/a en el aula durante todo el horario en que esté abierta, olvídate de las clases teóricas a unas horas determinadas.

 

  1. DE MEMORIA, NO

 

No memorices los test uno a uno: es una mala estrategia. Tienes que ir a clase no solo a hacer test, sino a exigir saber por qué se legisla de una u otra manera, por qué es peligroso usar un GPS, por qué se debe mantener la distancia de seguridad… Memorizar un test no tiene sentido porque no se tiene la base para conducir un vehículo y no se conoce la normativa. Es demasiado serio como para tomárselo a la ligera. Y recuerda que el objetivo de los test es para ensayar exámenes, no para estudiar y aprender.

 

  1. SIN PRISAS

 

No tengas prisa por aprenderte el temario en pocos días. Invierte el tiempo necesario para saber que dominas todos los bloques del libro. Sólo cuando tengas un balance global de que dominas todo, en mayor o menor medida, es cuando te puedes plantear ir al examen. Hay alumnos/as que eso lo hacen en 15 días y otros/as que necesitan tres meses, eso depende de cada uno/a. No te fijes una fecha.

 

  1. TRES FALLOS

 

Llega preparado/a al examen y conciénciate de que puedes cometer tres fallos. En el examen te enfrentarás a 30 preguntas. Aquí surge otro falso mito: el de las preguntas trampa. Eso no es verdad. No se va a pillar a nadie, no es la política de la Dirección General de Tráfico (DGT). Si tenemos claro todo y llegamos al examen con base suficiente, vamos a aprobarlo. Si fallamos 6, 7, 8 preguntas… eso quiere decir que no estamos preparados/as. Nos ponemos nerviosos/as cuando somos conscientes de que no lo sabemos bien.

 

 

  1. CLASES PRÁCTICAS

 

Aprovecha las clases prácticas para aprender a conducir. Eso de enséñame los trucos y las trampas del examen para aprobar que a conducir aprenderé luego, ese es el camino seguro a aumentar la probabilidad de tener un accidente,  recuerda que no existen los trucos para aprobar. Un/a examinador/a valora de forma conjunta el cumplimiento de la norma y la seguridad con la que se está aplicando al volante. Si conduces con seguridad es porque conoces la normativa, percibes los riesgos, te anticipas, mantienes la distancia adecuada…Da las clases necesarias, otro falso mito es aquel de ‘yo aprobé con 3 clases’, no te presiones, nadie mejor que tu profesor o profesora para asesorarte en ese sentido.

 

  1. EL EXAMEN

 

Cuando generas seguridad a tu alrededor y cumples las normas, ya puedes planificar tu examen práctico. El concepto de ‘doy cuatro clases y me presento a examen’ es un error. Ir así no sirve. Conducir no es saber manejar los mandos, va más allá; debes saber percibir los riesgos que tienes a tu alrededor. Y hay que aprender a aplicar la norma que ha aprendido en las clases teóricas. Si no, no sirve de nada.

 

  1. LOS NERVIOS

 

El día del examen práctico no tires de memoria y presta atención a las instrucciones que recibes. Los nervios no aportan nada y el/la examinador/a no busca meterte en ninguna encerrona. Sé prudente y no te precipites. Hay mucho mito sobre que los/as examinadores/as van a cazar el fallo o que te suspenden por cosas como rascarte la oreja. No es cierto.

 

  1. COMODIDAD

 

Antes de empezar el examen, siéntate bien al volante. Parece una perogrullada, pero la ergonomía es fundamental para afrontar la prueba con garantías. Tienes que estar cómodo/a al volante, llegar bien a los mandos, mirar bien por los espejos. Y recuerda que, antes de arrancar el motor, el/la examinador/a puede preguntarte dónde se echa aceite al vehículo, por dónde se carga el combustible o cómo se comprueba la presión de los neumáticos.

 

  1. SIN TRAMPAS

 

Y márcatelo a fuego, no hay trucos, ni itinerarios preestablecidos ni preguntas trampas. No se persigue eso ni en la enseñanza de la conducción ni en los exámenes.